Hay un sueño de esperanza,
una palabra pura gritada al viento,
que se vuelve en la piedra claro eco,
alivio para las cansadas almas.
Es este sentir de mi amado pueblo,
que no presume de dioses ni raza,
sino de la verdad que su boca canta,
llenando el cielo de furia y versos.
Rafa Marín.
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