Impones a mis oídos,
el silencio de tus labios,
como la ceguera a mis ojos,
que siempre te andan buscando.
Impones,
porque puedes sobre mi ánimo,
la crueldad de tu belleza,
que va pasiones desatando.
Lo haces sin más razones,
que un despecho inventado.
Tan altos muros te guardan,
que ni el infinito tiempo,
con su pasar han gastado.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario