La noche se ilumina
y del cielo por millones
caen las gotas pulidas.
La aceras entre prisas,
van haciendo mil ecos
de mis pasos que sin ti
solitarios hoy caminan.
La noche quiere ser lluvia,
caudal en las aceras.
La noche se descarga
con su insaciable furia,
mece las ramas de fuera.
La noche ilumina, colores,
la luz de las tormentas.
Resbalan por mi cara
recuerdos de otras lluvias,
cielos negros entre fuegos.
¿Por qué tanto mirar atrás,
si nada aquello nada ilumina?
Rafa Marín
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