Sobre la curtida piel de las mías,
van dejando tus manos,
el calor de una caricia.
Mariposas sedientas,
van dejando tus manos,
el calor de una caricia.
Mariposas sedientas,
que son mi paz y mi alegría,
cuando distraídas sobre mí las dejas.
Hoy, tan tiernas como el trébol verde
y ayer como fuego que me consumía.
Tus manos, esa fuente generosa,
que llenó de amor esta casa y sus esquina.
Hacendosas siempre
y en mis labios amor;
tiempo que por besarlas daría.
cuando distraídas sobre mí las dejas.
Hoy, tan tiernas como el trébol verde
y ayer como fuego que me consumía.
Tus manos, esa fuente generosa,
que llenó de amor esta casa y sus esquina.
Hacendosas siempre
y en mis labios amor;
tiempo que por besarlas daría.
Rafa Marín
No hay comentarios:
Publicar un comentario