La mañana lo lanza,
entre estrellas que huyen,
un sol despunta en el horizonte.
La noche lo calla,
La noche lo calla,
ahogado cual gemido,
tras una puerta cerrada.
Se abre como flor
que se esconde
en el fondo de una garganta
y otras se confunde
con los gritos que la soledad impone.
Recorre las cimas
con los eternos vientos
y en los silencios
es niño castigado a los rincones.
Susurros,
horas viejas y horas nuevas,
como un tiempo que sin tiempo
cada mañana nos aleja.
que se esconde
en el fondo de una garganta
y otras se confunde
con los gritos que la soledad impone.
Recorre las cimas
con los eternos vientos
y en los silencios
es niño castigado a los rincones.
Susurros,
horas viejas y horas nuevas,
como un tiempo que sin tiempo
cada mañana nos aleja.
Rafa Marín
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