Clandestinos

De tu vientre generosa madre
arrancan los vestigios del pasado.
Unas veces, cerámica y peltre,
otras máscaras de ese oro tan sagrado.
Tierra dieron a los viejos reyes;
aquellos que dicen que del cielo bajaron.
Lo hacen esos que no mienten, campesinos, gente buena, pobres desheredados.
Perseguidos, muertos los quieren,
esos otros, los de grandes dedos ensortijados.
Los que solo al dólar quieren,
los de barrigas y buches siempre hinchados.

Rafa Marín

Recuerdos

Caballero, simplemente eso fui;
de patanes el mundo está lleno.
Dices que una vez yo te protegí...
pero fue de mis infiernos. 

Aquella noche de amor morí.
Siento tristes tus ojos,
como triste sentí tu alma.
Eras tú tan niña y yo...
sólo uno que quiso que no lo olvidaras.
Han pasado tantos años;
mi condena no se acaba.
Triste tu voz, párvulos labios
que me besaban y yo tonto de mi,
de tu luz mi boca apartaba.
Que sabrá la muerte de morir.

Rafa Marín

Noche

Tú, que nunca has sido paz,
doblegando a tu discreción
mi canto sincero, mi verdad.
Llegas en estos momentos
en los que grita la necesidad
de tener al menos un sueño.
Me distraes esa capacidad,
poeta que no soy pero siento,
verso que todo lo quiere dar
entre mil palabras sin tiento.
Hoy, cansado de tanto luchar,
busco su mirada un momento,
y no consigo sus ojos dibujar.

Rafa Marín

Descontento

¿Dónde está su real realeza
cuando estos políticos del PP
las arcas y sangre saquean?
¿Dónde están sus señorías,
dónde pregunto, la vergüenza?
Escondidos tras mariscadas,
estos sindicalistas de pega,
almas vacías y vanas palabras
¿Dónde esta tu voz España?,
ese rumor que no me llega
¿Dónde están las manos alzadas
que en la calle piden condenas?
¿Dónde estás, mi puta España?
Quizás hoy estés acobardada.
Presa de leyes injustas,
con la boca hoy amordazada,
como los poetas ya muertos;
en Colliure bajo su lápida.
¿Dónde estamos los españoles,
dónde  nuestra furia y fama?

Rafa Marín

Niebla

Densa se levanta la niebla
tierra ya ahíta de sangre,
fruto de los hombres muertos.
Callados se ocultan los árboles
buscan humedad sedientos.
Densa, como densa es la noche
sin pálida luna que la alumbre.
Llena se levanta,gemidos y ayes.
La miro y me duele su nombre,
ciudad callada por el olor acre.
Hoy no hay sol que radiante luce,
solo esta niebla densa, densa, densa.

Rafa Marín

Arena

Arenas, todo sílice,
granos que son tiempo,
entre brillos van cayendo.
Arenas, castillos en ruina
por los despiadados estragos
del eterno rolar del viento.
Arenas, playa solitaria al sol
y su inefable, cruel fuego.
Arena, como ingentes pobladoras

de árido y despiadado desierto.
Arenas, simples, doradas y calladas,
manta para cuando haya muerto.

Rafa Marín

Vejez

Llego a la vejez
con más miedos que ayer.
Con el paso del tiempo perdí
hasta el sagrado sustento.
Todo es caída, sima que abrí
por mí futuro no prever.
¿Dónde estás ahora fortuna?

Que para mí nunca hubo nada.
Sólo esos tristes recuerdos
de la vida ya pasada.
¿Dónde están esos tesoros
que la aventura pregonaba?

Pirata fui que no quiso para sí
el dorado botín de la batalla.
Siendo joven sólo perseguí,
efimera gloria que me abrazaba.
Hoy todo eso ya lo perdí.
Hoy solitario y envejecido,
me asomo y miro desde aquí,
todas las oportunidades gastadas.
Mi fortuna, esa que fundí
para que la vejez no me alcanzara
se revuelve fiera contra mí.

Rafa Marín

Amanecer

Se viste de plata este mar
que es saludo y adiós,
entre los trozos abiertos
de túneles y brillos del sol.
No hay vuelo de gaviotas,
no picados de cormorán,
sólo la límpida plata,
aguas de espuma y sal.
El silbido ahogado que queda
impregnando los muros negros
siempre bañados de oscuridad.
No hay más que sueños perdidos
en otro mar que se llamó dolor.
La grandeza pequeña queda ente 

el gris y azul de las piedras,
ante ese cotidiano ver
que nunca el tiempo las medra.

Rafa Marín

Ricard

A este locuaz loco
que sonríe al despertar.
Al que se despereza calmoso, 

pidiendo desayunar.
Al que me llena de gozo 

prohibiendome fumar.
A su mente insaciable
y a su oído de escuchar...
los cuentos que le escribo
para invitarlo a soñar.
A la luz de sus ojos
que los mios va a cegar.
Al sabor dulce de su abrazo
y el te quiero papá,
aún cuando finjo ser severo
y lo tengo que castigar.
A su eterno pedir regalos
y simpre querer otro más.

Rafa Marín

Hijo mío

¿Qué podría decir luz de mis ojos?
¿Cómo expresará mi voz lo que es amor incondicional?
Diría...eres tú quien da vida a mi aplomo.
Estrella que bajo del cielo, cometa emocional,
felicidad cuando a velar tu sueño  me asomo.
Eres mi fuerza, amor y mi preciada paz.
Consuelo para mi dolor cuando miro tus ojos
y cada noche cachorro que asustado está.

Rafa Marín

Gaditano

Soy de campo, tierra herida,

por la ambición del arado.

Soy de la ribera y el carrizal,

que puebla los meandros,

cauce sereno, siempre puro,

por la zarampaña atravesado.

Soy el duende de la noche,

escondido en el cante de los gitanos.

Soy de la bahía y sus esteros,

del blanco armiño cristalizado.

También fruto de la albariza,

viña que pare su néctar dorado.

Soy del bullanguero carnaval,

en callejones empedrados.

Marinero en tierra de secano,

presa irredenta que el frances

que ni sus cien mil han conquistado.

Soy del Puerto y de Jerez,

soy por nacimiento gaditano.

Rafa Marín

Olivo

Eterno y nudoso verde,
tú, que donas tu fruto
tras aquel cruel castigo.
Solitario, siempre presente,

melancólico y viejo amigo.
Ayer de ti que fuiste árbol,
y ahora estás allí...caído.
De ti tan orgulloso, el hacha
hizo leña hoy, para en invierno
ser puro carbón encendido.
Tú, tan pasado en mi mente,
nunca serás descarnado olvido.

Vivirás ese estar por siempre,
sueño que jamás ningún gigante
en toda su vida nunca ha sentido.

Rafa Marín