Tú, ángel y demonio
de mis celos.
Alma que libre campa,
rompiendo con tu sonrisa
los bravos corazones.
Ten piedad y regresa
hoy sin mas condiciones.
Sé sólo musa
de mis oraciones.
Ilumina la noche
cuajada de estrellas,
sé el pálpito
de este corazón
solitario que por ti vuela.
Que tu nombre canta
y llora ausencia.
Rafa Marín
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