Escribirte de amor mil letras,
un poema sin más razón,
que la que tú boca hoy tenga.
Ser en el mar lubina que juega,
y por ti perder el corazón,
aunque corriendo no vengas.
Te quiero y lo sabe hasta Dios,
pero dudo de su existencia,
quizás esto sea lo mejor,
que ya aprendí de la experiencia.
Rafa Marín