Desta llama que sin luz por ti brilla,
del corazón, razón que se escapa,
cual tormenta, llanto que se desata,
y que mi frente al mirar humilla.
Eres tú, dolor que me habita,
cuando en silencio mi voz reclama,
de la noche su amarga tisana
y ser del olvido, sueño y vida.
Rafa Marín
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