Llegó la noche como
huracán,
horas que
descargan reproches,
sueño que en
silencio se va.
Desnudas paredes
llenas de frío
y una cama
llamada soledad.
Sueña madrugada,
que ya se
durmieron mis sueños,
barquito velero
sin mar.
Noche sólo una y
otras mil,
que al viento quieren
suplicar.
Madrugada, hoy
pienso
entre perdidas
mis miradas,
en aquellos ojos
que a verme
con su sonrisa
ayer vinieron.
Mi cara, mueca
tan cansada,
a veces ... viejo
recuerdo,
cuando de llorar
paraba,
robaba, osado,
las llaves,
aquel armario
siniestro,
donde la muerte
aguardaba
con el seguro
bien puesto.
A veces se me
mueren,
el alma y los
sentimientos.
como lo hacían
ayer ...
hace ya tanto
tiempo ...
cuando escondido
aguardaba
a que le
venciera el sueño.
Rafa Marín
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