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martes, 8 de noviembre de 2016

Renacen sumisos los sueños

Renacen sumisos los sueños,
de entre las tumbas abiertas,
que pueblan vacíos cementerios.
Losas de mármol, letras en piedra,
flores marchitas y lejanos llantos.
¿Qué fuimos en vida,
para merecer
la mordedura cruel del desengaño?
Siempre quise ponerme a correr,
lo impidieron mis putos redaños.
Más vale de una vez acabar, perecer,
que agachar la cabeza tantos años.
A mi voz precio le pusieron una vez,
allí donde habla el sueño americano,
poca libertad y los eternos miedos.
Gentes inocentes casi como ganado
jaleados por la sombra del miedo.
Mil mentiras en sus locuaces labios,
todos patrones y ninguno humano.
Premios Nóbel por doquier dan,
sin justificar la paz ni las razones.

Rafa Marín


Muéstrame

Muéstrame,
de este mundo infeliz
todo lo que yo
no supe, no quise vivir.
Muéstrame,
tiempo que te hizo reír,
las ilusiones
que nacieron dentro de ti.
Muéstrame,
la noche, misterio sin fin,
playas vacías,
filo brumoso donde nací.
Muéstrame,
tus sueños, su puro sentir,
madrugadas
sin penas, vida que vivir.

Rafa Marín


Tiemblan hoy mis labios

Tiemblan hoy mis labios,
eterno padecer, suspiro...
al sentir ya en tus manos
la caricia sutil del adiós.
Sin lágrimas, ¿qué hago?
Dolores que en mí anidan,
cruel es la soga de esparto.
Llevándose sin despedidas
brisa playa y pañuelo verde.
Que duro serte sin medida
y pasar los días esperando.
Adioses a pie de la escalera
y correr para hablar a ratos.
Y quizás ahora no me creas;
pero te estoy entero amando.
Con mi mirada vacía y pétrea,
esta que me regalaron los años.

Rafa Marín



lunes, 7 de noviembre de 2016

Al mejor postor puse en venta

Al mejor postor puse en venta,
mil versos mil sueños una vida.
Palabras en mi cabeza suenan
por toda la miseria ayer sentida.

Amaneceres grises bajo la llovizna
tardes rojas sin flores el cielo llena
en esta despejada, solitaria esquina
en la que el amante su amada espera.

Miradas vacías, horas que contemplan
como rolan las hojas por las calles frías,
reflejos de luz de luna corren las aceras.

Se acallan las voces suena una risa,
en la ventana oscura está su silueta.
Dulce mujer que a soñarla te invita.



Rafa Marín 

domingo, 6 de noviembre de 2016

Se despiden entre lágrimas mansas

Se despiden entre lágrimas mansas
playa, tierra, los amados recuerdos.
Furia que en su boca ya estalla
cuando ve el ondear de los pañuelos.

Malditos los que destierran sueños,
malditos los que a su voz acallan
tachándolo de enemigo del pueblo.
Mentiras y soflamas que disparan.

Atrás quedan amores y te quiero,
sueños de un poeta y sus palabras
que a la libertad escribe sincero.

Tristes los barcos, marea que zarpa,
mientras graznan las gaviotas del puerto,
amanecer sin olas ni espuma blanca.


Rafa Marín

viernes, 4 de noviembre de 2016

A esta hora tan "Chanante"

A esta hora tan "Chanante"
donde la gracia como loca
no aparece por ninguna parte.
A esta hora ¡OH gloriosa!
en la que mi boca por ti arde.
Por un beso, ese instante
con el que sueño preciosa,
cuando te conviertes esposa
en la más tórrida amante.
Son las tres...que cosas
y aún tengo hoy por delante
más de seis horas ociosas
hasta que pueda soñarte.


Rafa Marín

Me veo hoy en ti

Me veo hoy en ti,
ondulante figura
donde mil marinos
ahogados perecieron.
Sirenas susurrantes,
arrecifes traicioneros.
Olas como caminantes
en tus orillas murieron.
Te veo y allí me vi,
esperando mil te quiero.
Hoy y los años viajeros
me llevaron hasta aquí,
donde mis versos sinceros
te recuerdan solo a ti.


Rafa Marín

Destapada la verdad

Destapada la verdad
sin querer nos espanta.
Niños dolorosa soledad.
Ellos que sin decir hablan,
caminos vacíos sin heredad.
Baldía tierra de secano,
donde las amapolas bailan,
brisa que rola en paz.
Las playas, paraíso lejano,
sueños de la corta edad.
Se van ahora difuminando
como la primera verdad.
Adanes que van pregonando
lo de Eva y el manzanar.


Rafa Marín

Atrapado por la magia

Atrapado por la magia
decidió desaparecer.
Sueños que ya no espantan,
cantos de ave al amanecer.
Su vida fue eterno correr,
vela encendida que aguanta
como casi sin querer,
bajo esta lluvia tan fría...
ni la gasolina quiere arder.
En su boca miles de palabras
tan dulces como la miel
y en su alma esas armas
que castillos hizo perecer.


Rafa Marín

jueves, 3 de noviembre de 2016

La niña y el amor (relato corto)

El camino se perdía en lo profundo del bosque. Los nudosos y viejos árboles parecían monstruos inquietantes. caminaba despacio y de pronto...

un violento escalofrío recorrió su espalda y miró a su alrededor. Sólo se escuchaba el sonido del viento pero aún así...

caminó decidida a encontrar esa casa donde la bruja sus conjuros preparaba. Necesitaba ser feliz...costara lo que costara.

Una luz apareció a lo lejos, titilaba en mitad de toda aquella oscuridad que amenazaba con hacerla desaparecer. Se apresuró...

de repente, casi oculta por la maleza, ante sus ojosla cabaña y su chimenea, como la boca de un lobo apareció...invitándola.

No lo pensó demasiado, sus ansias de conseguir lo deseado la empujaron al interior. Al cruzar la puerta sintió que se paralizaba...

al fondo en un oscuro rincón un enorme lobo negro en su jaula gruñó. Ven niña dijo la anciana; no temas el lobo hoy ya comió...

mantuvo la vista fija en él y se acercó a la anciana. Y con voz entrecortada anunció los deseos que guardaba en su corazón.

Para el amor que pides un precio tiene la tisana; siete gotas de tu sangre de doncella inmaculada. Y si no lo eres dímelo...

La joven sonrojada, asiente lentamente. Tiende su mano y con experimentado movimiento la anciana la hirió.

Una a una van cayendo las gotas ante la malévola sonrisa de la anciana. Recuerda...si me has mentido el nunca será para ti.

La joven se marcha y la sonrisa de la vieja se ensancha. Por la fuerza querer ser amado es ya en sí un pecado.

La joven mientras hacia su casa camina nota que entre la espesura unos ojos malvados la miran y a su memoria acude el lobo...

Camina aprisa, ni se atreve a mirar atrás. Presiente que debe quedar poca para el alba ya...

justo entonces, cuando aparece sobre el horizonte tímida la luz, en su oído un aullido la estremece.

echa a correr y junto a sus pasos apresurados escucha otros que a la carrera van con ella. Son lobos, no tiene la menor duda.


De pronto, aparece él, su amado. Quien corriendo para salvarla se enfrenta a los lobos desarmado.


Rafa Marín y @AsteaScarlet