¿Dónde estás
hoy,
Tú, hermosa
hada,
la de las alas
plateadas
que cada noche
a mi ventana te
asomabas?
¡Hoy puedo por
fin!
otra vez los
ojos
puedo abrir y
sonreír
como mi secreta
mirada.
La noche oscura pasó
y en esta blanca
mañana
quiero decirte
ahora a ti.
Tengo preparada
el alma.
Quiero estar
contigo ahí,
que la mañana
despertó
este joven y loco
frenesí.
La negra noche
me llama,
poder tus
consejos al fin
practicarlos con
tu espalda.
Una mar de besos
sin fin.
Rafa Marín