Vivo en esta cárcel de amor
que son tus miradas y mis silencios.
Tus risas destempladas
que sabes provocan mis celos,
cuando coqueta en mis narices
te luces ante ellos.
Patanes de pocas letras y gesto grosero.
Pero si tú supieras que por ti estoy muriendo.
Que vendería hasta mi alma por un solo beso.
Por el valor necesario para atraparte en mis brazos
y decirte “TE QUIERO”.
Pero mi boca está llena de silencio
y mis ojos sólo ven a los gañanes y sus galanteos.
Rafa Marín
Muy bonita, Rafa
ResponderEliminarGracias, Quini.
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